30 de diciembre de 2010

Sobre el pucho

Si vas a la Universidad, y tu universidad tiene un sistema de Autogestión On-Line para inscribirte en las mesas de examen, y tenés hasta 48 horas antes del examen para inscribirte, y te olvidás, éste es tu post.
Y si tu Universidad no tiene un sistema de Autogestión, éste no es tu post.
Y si no vas a la Universidad, este podría ser tu post.

La dificultad reside en que, si el sistema es On-Line, debe ser por algo; entonces las chicas encargadas en Administración no tienen por qué inscribir a nadie y darse el lujo de una negligencia perfectamente comprensible.
Así que si llegás a tu facultad, el día del examen, y no estás inscripto, vas a hacer lo siguiente.
Vas a llegar temprano; tenés que procurar llegar antes que las chicas de Administración (que a partir de ahora llamaremos chicas), dado que si no deben inscribir, cuando no esté nadie más para enterarse, mejor.
Vas a esperar, porque las chicas llegan por lo general en el horario de clases y es al divino botón llegar sumamente temprano, así que vas a odiar secretamente al que te dio ese consejo (yo no cuento porque es todo un ejemplo).
Vas a rondar una y otra vez la zona de Administración. Lo suficientemente cerca para ver si ya llegaron, pero lo suficientemente lejos para que no te vean, otra vez. (Porque ya es la segunda vez; si no es la segunda vez, es lo mismo, pretendé que es una segunda vez)
En un momento dado una compañera va a llegar (está comprobado, sucede con compañeras), y te va a comentar que no se ha inscripto. Te vas a reír entre dientes así: jeje (entre dientes). Como te morís de vergüenza, vas a dejar que tu compañera hable a ver qué dice y ver si te podés sumar a su petición.
Pero no, tu compañera va a tener una excusa real (ejemplo: explotó su casa, abducción extraterrestre, etc.), o sea que no vas a poder adherir.
Vas a pararte frente a la chica (la de administración) y le vas a rogar que te inscriba, entre lamentos y súplicas. O, no. Le vas a pedir. Y te va a inscribir.
Le vas a decir gracias y vas a retroceder conteniendo un grito de alegría. Opcionalmente le vas a regalar un caramelo en agradecimiento, pero no se conocen los resultados aún de dicha maniobra.
Preferentemente deberías guardarte el caramelo, sobretodo si es un menthoplus o similar.
Y me lo vas a dar a mí, ¿ok? Porque me gustan los menthoplues.

1 comentario:

Val dijo...

JA! Ay Santi, Santi... vos y tus Menthopluses!! jaja :D