Con perdón del Nano.
En homenaje a Sole.
De pronto tuve una idea. Así que decidí contársela a Nano, que estaba al lado mío.
- Te hago esta pregunta. – Le dije. Él me miró con perspicacia, esperando que continuara.
- ¿Por qué me mirás así? – Le pregunté. Me estaba mirando con perspicacia.
- ¿Mirarte cómo?
- Así, con perspicacia.
- ¿Cómo con perspicacia?
- Claro, así… Perspicazmente.
Nano entrecerró sus ojos.
- ¿Me estás cargando? Ya sé que… A ver, decime. ¿Qué es perspicacia?
-Este…. Y bueno, cuando… - Titubeé. ¿Estaba mirándome con perspicacia? ¿O simplemente me pareció que me miraba… con algo que podía ser perspicacia? – Es cuando mirás muy así, así. – Dije, entrecerrando mucho los ojos y moviendo los dedos frente a mi rostro. También fruncí los labios como para decir una u.
El espectáculo prosiguió durante tres lamentables segundos.
- Ajá. – Dijo Nano. – ¿Y yo te estaba mirando así? Con… Perspicacia.
- Bueno. Cortala. – Le dije. – No sé a qué querés llegar. Te hago esta pregunta: Estamos los dos en tu casa.
- Eso no es una pregunta y no estamos en mi casa.
- ¡No! ¡No era esa la pregunta! – Reproché de inmediato.
- Pero me dijiste: te hago est…
- Si, ya sé, ya sé. Estamos los dos en tu casa. Yo te digo: lo llamemos a King Kong. Vos me decís, sí, de una. Lo llamo. Che, King, estamos acá con…
- ¿Le decís King, a King Kong? – Me interrumpió – Ni siquiera es su nombre, es un título, no es como que a James Bond le digás Jimmy, es como si a…
- ¿Si al Dr. House le dijera Doc? – Intervine, rápidamente.
- Claro, como si… ¡No!
- Dejá, basta. Escuchá. Che, King, estamos acá con Nano, querés caer? Y me dice. Sí, de una, puedo llevar dos amigos? Y le digo, De una, dale, te espero.
Nano me miró perspicazmente.
- ¡Dejá de decir eso! – Me dijo, de pronto.
- No dije nada. Pero éste es el tema, y prestá atención: ¿Quiénes son los amigos de King Kong?
- No debería ser ¿Cómo es que King Kong puede hablar?
- No, por supuesto, pero yo…
- O, ¿Por qué tiene teléfono?
- Sí, claro, pero…
- O, ¿no vive en una isla primitiva y aislada?, O ¿No estaba muerto?
- ¡Basta! Ese no es el tema, vos concentrate en lo que te dije.
- Sí, claro. – Me respondió. – Los “amigos” de King Kong. – Agregó, despectivo. Luego me miró. – Ahora sí te estoy mirando perspicazmente.
- Si, sí. Muy perspicaz. Y entonces… ¿Godzilla?
- Puede ser. Teniendo en cuenta que hablan… ¿Godzilla hablaría en japonés? ¿Cómo es que se entienden?
- No se te puede preguntar nada a vos, ¿No?
- También, las cosas con las que salís.
- Es una suposición… Hablan, estan vivos y viven en un monoblock en barrio sur.
- Sí, Godzilla… ¿Tienen que ser gigantes?
- Y sí… Aproximadamente del mismo tamaño… Bah, me parece que cuenta la condición de monstruo aberrante de muchos metros de altura y que preferentemente haya causado pánico en la ciudad.
- El tiranosaurio.
- Claro, porque en Jurassic Park 2 llega a la ciudad, claro. Muy bien, che. Pero el bajón es que Godzilla es como un dinosaurio, ya está.
- ¿Y qué? ¿King Kong lo discrimina porque ya tiene un amigo de ésos? ¡Qué hijo de puta!
- No, boludo, es que digo, no es muy original…
- ¿Así elegís a tus amigos, vos?
- No, es que…
- Ya está, un bajista. Si llego a conocer a otro bajista lo mato.
- ¡Nunca dije nada de matarlo!
- Pero King Kong lo mata al tiranosaurio en la película, por algo lo elegiste.
- Yo no elegí al tirranosaurio, ¡Vos lo elegiste!
- Ah, no sé, no sé.
- Bueno, en fin, podemos decir que King lo llama a Godzilla y éste trae a su primo, don tiranosaurio.
- Y dale con el King.
- Y… podemos decir que es una precuela, que en esta juntada… KONG se pelea con el tiranosaurio y ya quedan enemistados para la película.
- ¿Pero la película de King Kong no transcurre en los años 30 o algo así?
- oooooowwww oow – repliqué, deformando mi tono y recordando al sonido que produce, dentro de todo, una foca. - ¿Qué no estaba muerto? ¿Qué no es que no hablaba? ¿Importa a esta altura?
- ¡Eh! Yo te dije esas cosas
- Sí, sí, muy “perspicaz” lo tuyo.
- Y dale con la perspicacia.
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