26 de marzo de 2007

Como si fuese lo que mas quieren en la vida, que mierda les pasa?

Situación: Salimos a tomar un helado.
Clima: Lluvioso.
Horario: Son más o menos las 18:30.

¿De qué se trata todo esto?
Estaba en la casa de un amigo. Amigo? Sí, amigo, eso dije. Amigazo. Qué amigote que es. Resulta que le propongo que vayamos a tomar un helado a Blue Bell. Por razones de privacidad y leyes de Copyright y demás pelotudeces, voy a cambiar los nombres. Yo soy Miguel y el otro se llama Lex Luthor.
De pronto me dice que sí, que vayamos a tomar el bendito helado. Yo me había quedado a dormir en su casa, y no había llevado un abrigo. Entonces le pido uno prestado, y me entrega un buzo. Sí, se llama Lex Luthor.
Miro el buzo que me entrega en mano, y sospechando lo peor, le pregunto "¿Esto es tuyo?", a lo que agrego "Nunca te vi usando esto.". Lex lo mira y se da cuenta de que se encontraba en un error, el buzo no era suyo, era de su hermano, Clark. Entonces lo guarda, y, tras una exhaustiva búsqueda, me entrega una segunda prenda, esta vez, de su pertenencia.
Observo el abrigo detenidamente. se trata de un canguro rojo con las palabras "Hang Loose" en el centro del pecho. Me lo pruebo. Me queda. Le pregunto, esta vez parodiandome a mí mismo, "¿Esto es tuyo?". Me contesta que sí, pero que en realidad sólo lo había usado una vez, porque al tiempo de haberlo utilizado, se había dado cuenta que no le gustaba en realidad. Es más, que lo odiaba. Que lo habían obligado. Pobre Lex.

Así, con el dichoso buzo sobre mi cuerpo, nos aventuramos a la intemperie, en búsqueda del local de cremas heladas. A mitad de camino me viene a la cabeza una celestial idea, quizá hasta psíquica. Se me ocurre lo siguiente: Si el chabon tiene el buzo desde no sabe cuándo, no le gusta, no lo quiere, quizá, sólo quizá, en el mejor, y el más posible de los casos, pueda regalármelo. A mí me gustaba. Yo, Miguel, uno de los mejores amigos de Lex, pensé que desprenderse de una prenda que ya ni recordaba no supondría un gran sufrimiento, sabiendo que su destino final sería de mi posesión.
El final de esta historia es triste. El chabón Lex me dijo que no le gustaba regalar cosas. Y yo lo molesté un poco más, pero no fue suficiente. Su hermano, Clark, me dijo que tal vez lo vendería a $5. Pero Lex no. Y Lex, embarando aún más su generosidad, agregó que en base a esta situación, comenzaría a utilizar el dichoso canguro.
Ahora, yo me pregunto: Si no le gustaba el buzo... Si no lo quería... ¿Para que conservarlo?. En el caso de venderlo... ¿El dinero no debería llegar a sus padres, los verdaderos acreedores de la prenda invernal?. Y ahora, al final, lo mejor. Ya sabemos que el buzo no era de su agrado. Sabemos también que yo, Miguel, era uno de sus mejores amigos. ¿Valía más ese buzo que mi fiel amistad? ¿Lo valía?
En qué piensan los Luthors? Por qué tratan sus pertencias, por más innecesarias e inútiles que sean, cómo si fuesen lo que más quieren en la vida? Que mierda les pasa?

Para pensar, che.

3 comentarios:

KC dijo...

El último párrafo. Eso me gustó.
Vos podrías hacer un análisis de cuanta cosa suceda a tu alrededor, llegando, seguramente, a preguntas que no suelen ser cotidianas. Eso me resulta atractivo.
K

Santi Strange dijo...

Posteate! gracias!
Tenes razon, a veces lo siento asi. Pero no me dan tantas ganas de escribir a vesces tambien.
Sin embargo, estoy trabajando en algo para este blog. Ya lo veras pronto.

KC dijo...

Ponete las pilas! Si bien suelen bajar las energías en 3er año, no veo por que esa tenga que ser una regla! Si estuviera en tu lugar, seguramente me plantearía desafíos :P
Espero los cambios que anticipás...y no me olvido! ;-)
K